domingo, 9 de agosto de 2009

Elefantes de colores













Cuando pienso en la India, pienso en colores y elefantes como los Elmer del ilustrador inglés David Mckee Muchos colores,Slumdog Millionaire, una película veloz, corre por nuestros ojos así corren sus protagonistas, es una linda historia donde la pobreza y la riqueza se encuentran e incluso intercambian papeles. Ya ganó el Oscar, ya prácticamente no está en cartelera, pero la India es un país milenario y dos meses es muy poco tiempo. Bollywood, hasta donde sabemos, representa una industria cinematográfica de envergadura, con estrellas intocables, con una estética única. En Slumdog Millonaire, al parecer, se junta Bollywood con Hollywood, y de esta unión ha salido algo distinto y novedoso.

Es como si a Portugal, en el siglo XVI, llegara por mar un elefante traído de la India. O bien, si este elefante llegara a Austria, las multitudes se achoclonarían por ver este enorme paquidermo desconocido.

Bollywood es el elefante y Hollywood el lugar en que recala. José Saramago, aunque de otra manera que Slumdog Millonaire, explora esta combinación.

Su novela El Viaje del Elefante trata de un elefante que el rey Juan III de Portugal regala al archiduque Maximiliano de Austria. El elefante es hindú, y debe viajar ahora desde Lisboa a Austria, atravesar los Alpes, siempre ante la sorpresa y curiosidad de todos y todas a su paso.

Este viaje elefantino parece sumamente extraño. La comitiva que lo acompaña es para la risa; el elefante y el cornaca (hombre que en la India y otras regiones de Asia doma, guía y cuida un elefante) son uña y mugre. Además, ¿quién en Portugal o en Austria, en ese entonces, sabía tratar con elefantes? El comandante portugués, súbdito de Juan III de Portugal, se toma el llamado de llevar al elefante al destacamento austriaco con una seriedad comiquísima.

El Viaje del Elefante tiene sátira, me pareció una imagen de nuestro mundo, a veces tan insólito.

Pero los aires cálidos de la India no cejan. Vienen que vienen. La Expo-India 2009, que tuvo lugar en Santiago de Chile hace poco, es una muestra de ello. Fuimos allí en familia, con la idea de empaparnos de azafrán... La verdad es que era una feria de maquinarias y negocios a gran escala. La India siempre sorprende, así que recorrimos feria, yo regateé una bolsa que me gustó, y con mis hijos de acompañantes regateamos una camisa hilada para cada uno. Lo demás eran negocios al por mayor, telas, tuercas, software. Después comimos en el buffet de la Expo, que tenía un dejo hindi, y nos retiramos tan sorprendidos como llegamos. Con mis hijos,se puede conversar, Santiago uno de ellos es muy bueno para preguntar y el otro Diego para reflexionar...

2 comentarios:

Gabriel Bunster dijo...

Connie, tienes que ver la película The Reader.

Constanza Mekis dijo...

bueno leí el libro y me lo lloré ... la veré por cierto...cariños