viernes, 28 de noviembre de 2008

Esbozo de la nueva industria editorial

Volví al Dragón Lector, y mientras me acercaba a esta librería, repasaba mentalmente a las personas con quiénes había podido alternar hasta ahora y les agradecía el entusiasmo, todo el apoyo. Participé en la “XXIII Semana Monográfica de la Educación: La lectura en la sociedad del conocimiento“. Iba feliz, ya había presentado mi exposición: “Rasgos Lectores en el Alumnado de América Latina”. Agradecí así encontrarme nuevamente con José Antonio Camacho, la lucidez de Elisa Bonilla, Beatriz Medina y “sus pilas”, Margarita Eggers y su acento marcado “argentino” en sus propuestas lectoras, la honestidad intelectual Juan Eduardo García Huidobro, en fin, conocer nuevas personalidades del campo cultural, educacional, investigadores como Fernando Reimers, la investigadora Catherine Snow, la asertividad de Antonio Basanta (Oh, su español me fascinó y trasmite un contenido de calidad, con humor es para grabarlo, diseminarlo…) el trato gentil de Emiliano Martínez, a todos Uds. Y muy especialmente el apoyo y compañía de mi colega chilena Clara Budnik.

Al poco andar, al Dragón Lector ya lo tuve enfrente de las narices. Entrando allí, retomé el hilo de la conversación que, la otra vez, sostuve con Pilar, respecto a cuáles eran los hits editoriales y el enfoque editorial en boga. (Ver artículo anterior en este blog: El dragón lector ¿qué olor tiene?hmmm)

Ella estaba muy atareada, pero igualmente se hizo un espacio para atender mis interrogantes. Me dijo que el mercado editor ya no paraba en los libros, antes bien en el material anexo, en el envoltorio de Flood: en el Colegio, en todo menos en el libro y su decir. Compré el ejemplar, con un sobre de plástico trasparente que contiene liquido que parece sangre…era de no creerlo, el envoltorio vale más que el contenido ¿Hasta dónde llegaremos? La moda de la nueva edición El Grúfalo, que no sólo es el libro, sino además hay que acompañar la compradle libro con cajita, monito, etc. O bien la moda de encontrarse con nuevos libros que tienen sonidos extraños, olores, también juegos como por ejemplo la colección para primeros lectores: varios títulos de Morris y sus amigos. Este favorecer a objetos, lo complementario al libro puede desviarnos ¿Hasta dónde? Repito la pregunta.

Por cierto, debe ser difícil para el rubro editor, editar en esta época, en la sociedad de la información, llegar a los consumidores renuentes a la lectura. ¿Cuáles son los“estribos legales” para llegar a los lectores actuales? Los editores infantil y juvenil ¿Estarán perdiendo el Norte?, ¿Habrán perdido el Sur? Aprovecho de escribir el verso de Huidobro (que me encanta)

“los cuatro puntos cardinales
son tres:
el Norte y el Sur”…

¿la Wikipedia nos salvará??? Los Blogs, Twitter, Skipe, Scribd, Facebook, Google, H5, Second life, RSS, Flick, ¿Estos nuevos espacios colaborativos, cambiaran al mundo editor? Who knows?? El otro fenómeno asiático actual, las novelas “keitai” (despacho por capítulo vía celular) ¿Serán ficción en el corto plazo en Latinoamérica o parte de la realidad?

Pilar, sin embargo, me mostró una nueva veta, en específico, un libro objeto gigante sobre la obra de Chaplín, y la compañía de este gran libro eran dos libros pequeños (algo así como hijitos del gran libro) en cuyas páginas “se lee” en uno de ellos la Quimera del Oro, la película, sin prender el televisor ni asistir al cine. Este nuevo “mashup” editorial me parece loable, es una oferta más válida.
En resumen, la industria editorial ahora se cuelga del cine, como este último se ha colgado y cuelga de la literatura. Vamos, volvemos, nos quedamos en este mundo, nace otro. Yo, en este transito conmovedor, sigo feliz con libros en mis manos, pero claro está que cada vez estoy más abierta a leer desde una pantalla, donde realmente se puedan leer obras de calidad y sea similar al soporte libro.

Llegando al hotel oscureciéndose, vuelta a encontrarme con nuevos libros sencillos y puros, (qué vida la mía!! estoy condenada/ premiada a tener libros a mi alrededor) Silvia Castrillón de Colombia, me entregó gentilmente unas maravillas editadas por una editorial pequeña Babel. Me enamoré del autor Bartolomeu Campos Queirós, con el libro "El ojo de vidrio de mi abuelo". Una joyita. Ya había comprado un libro de él llamado "Raúl " y en un acto generoso lo regalé...volveré a él.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimada Constanza,

Usted linkea mi blog y hace referencia a un Emiliano Martinez, el cual creo no soy yo.

Saludos,
Otro Emiliano Martinez