Por Valparaíso pasó Charles Darwin, durante su vuelta al mundo entre 1831 y 1836. Estamos en el año 2009, han pasado alrededor de 73 años de aquel viaje. El mundo ha dado vueltas y ha cambiado. El Valparaíso de Darwin será diferente del actual. Esto lo digo en comentario de un libro de Luca Novelli: De Viaje con Darwin II, quien personificando a este científico inglés, rehace su vuelta al mundo, con la diferencia de que el mundo, incluido Valparaíso, cambió. Luca Novelli, un Darwin del siglo XXI. Este diario de viaje (Editorial Edelvives, 2007) está lleno de fotos de boletos, de mapas, de dibujos hechos por el mismo Luca Novelli. De Viaje con Darwin II puerta de entrada, ancha y amable, al mundo de la ciencia y, en especial, la observación de un viajero.
Equipo CRA con guía cultural
Pero volvamos a Valparaíso, ya que el equipo del CRA, para enriquecer nuestro mundo cultural y nuestras relaciones como grupo humano y de trabajo, decidimos ir allí. Éramos 11, hacíamos un equipo de fútbol, el equipo CRA con nuestro invitado oficial.. Manuel Peña Muñoz, escritor ya amigo de Página Abierta, sería nuestro guía por los cerros porteños. Un guía de excepción, excepcional. Por mi parte, estaba mentalizada para hacer un paseo por un Valparaíso mágico. Con Manuel como cicerone me esperaba no sé qué recovecos, vericuetos y maravillas. Si Luca Novelli hubiera ido con nosotros, estoy segura que hubiera escrito mejor de Valparaíso, él llama a no confundirse con el nombre, no es ningún paraíso, está bastante sucio. Pese a la basura, nuestro paseo se destacó por el embrujo y fascinación que oculta Valparaíso, y que Manuel Peña Muñoz conoce y sabe mostrar. Un guia excelente,de lujo,lo recomiendo.
¿ Rocas con agua corriendo?
Nuestra primera estación allí fue el barrio del Almendral, donde Joaquín Edwards Bello ambienta su literatura. Respiramos ese aire lleno de energía que cita Luca en su diario, y fuimos por callejuelas empinadas, las casas parecen encaramarse entre sí, el olor del puerto es húmedo, tiene un dejo antiguo, como si el pasado de Valparaíso respirara en sus calles. Visitamos el ascensor Polanco, que para tomarlo se tiene que pasar por un túnel de roca. Lo atravesamos, sentimos el silencio de la roca, agua que cae de sus muros. Tras el ascensor, vimos la bahía de Valparaíso, junto a cerros habitados, mezcla y vista realmente fabulosa.
Después Manuel nos invitó al auto y seguir el tour que nos tenía preparado. Dimos unas vueltas, por entre los cerros, y entramos en un local de venta de automóviles o, mejor dicho, una vulcanización. Lo más curioso de esto fue que, al fondo, había un mural salvaje, todo en sepia, y que describía la historia de Valparaíso: sus troleys, los barcos, el Club Santiago Wanderers, botellas de leche, una poesía de Sara Vial. Guillermo Valdivia es quien hizo este mural: “Primavera del Ayer”. Sus coordenadas son, de acuerdo a la ruta de viaje de Manuel Peña Muñoz, “cruzando la plaza O’Higgins y subiendo luego por Uruguay. Se dobla a la izquierda a media cuadra, deteniéndose en la calle Independencia esquina Retamo”.
Sal, detergente y copas finísimas
De ahí fuimos al almacén El Olivar. Un sueño, vendía detergente, arroz, fósforos y losa Limoges, Van San Lambert, unas finezas. Ningún emporio en el mndo mezcla la cotidianiadda con las antigüedades. Son las libertades, que se toman los que viven en los puertos. Nuestro paseo, después de la visita a la vulcanización y a este almacén, había tomado ribetes especiales, nuestro compañeros CRA estaban, según me pareció, felizmente sorprendidos del recorrido,. Después de eso, al Teatro Mauri donde vimos el Mall del Teatro Mauri, obra impresentanble del consumo, demasiado fuera de lugar. Pienso que sería bueno restaurarlo y hacer volver a vivir el verdadero Teatro Mauri, valga la redundancia, un teatro o algo cultural, no un espacio para el consumismo, es como un sacrilegio.
http://farm4.s A esa hora … ya nos sonaban las tripas, por así decirlo. Pero antes de almorzar en el Gato Tuerto, siempre recorriendo, subimos por el ascensor Espíritu Santo y, arriba, entramos al Museo a Cielo Abierto, me traje como recuerdo "al paso" una imagen del arte de Matilde Pérez, muy cinético y pulcro, abstracto. Al rato, estábamos en el Gato Tuerto, restaurant dentro la Fundación Valparaíso. Comimos muy bien. Nos restauramos…
Silencios profundos deliciosos, un regalo
De allí nos dirigimos al Mirador Chopin- No sé por qué razón, en este musical mirador, se me hizo silencio, sentí los silencios de Valparaíso, ciudad sonante. Emocionante
En cerro alegre (que fue por donde continuó el paseo) no nos sentimos tristes. Por el contrario, pasamos por la biblioteca Libro Alegre, de Ann Hansen, danesa, cuya biblioteca es una alegría, un puro amor, un espacio ganado para infancia, la juventud… para la imaginación.
Dando vueltas por este mundo en miniatura que es Valparaíso, cuajada la tarde, fuimos a la casa del pintor Thomas Sommerscales, ahora residencial y, a su vez, cafetería. El aroma extranjero era intenso. Obvio, si yo quisiera alojar y viniese a conocer tomaría una de las piezas. Un gran gusto. Bueno, tomamos té, acojedorísima la casa, era como entrar en una casa de esos tiempos, ¿nadie vio al fantasma de Sommerscales? ni tampoco su paleta de colores...
Serían las cinco o seis de la tarde, era hora de volver. En la vuelta a Santiago, Manuel Peña, agotado, echó su cabeza sobre mi hombro, como diciéndome “trabajo bien hecho”. Por mi parte, estaba contenta del paseo y creo que él, todos nosotros entusiastas chicos y chicas CRA también, bromeamos casi todo el camino. Valparaíso mítico, por donde aún erran, aunque con otros nombres, el Ocarina Humana y la Flor del Lago, Oscar Gerri y su esposa, ambos eternamente de blancoComo dice Luca Novalli: “Valparaíso tiene, seguramente, una personalidad arrolladora, ganas de redimirse y una energía que se respira en el aire”. En otras palabras, “no se puede vivir sin recorrerlo".
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1 comentario:
Estimada Constanza:
El pasado 18 de marzo te mandé un mail para comunicarte que había recibido el paquete con los materiales y la carta personal que adjuntabas.
No sé si lo habrás recibido y por eso anoto esta entrada en tu blog.
Es un placer saludarte y espero tus noticias.
Un fuerte abrazo
Mariano Coronas
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