Michelle Elliot, oficial del imperio Británico por su distinguida labor educacional, estuvo de paso por Chile, poniendo sobre el tapete el importante desafío que es erradicar el bullying escolar, algo a lo que hay que ponerle atajo. Su libro Intimidación, publicado por Fondo de Cultura, realmente nos entrega pistas muy serias, tanto a profesores como a padres, para frenar acosos y hostigamientos, haciendo la experiencia escolar y humana mejor.
Pues este es un tema relevante y a no desatender, “Espero que quienes lean este libro, dice Michelle, ya estén convencidos de que hostigar es algo incorrecto, dañino e innecesario. Les pido que cuando terminen de leer este libro hagan el favor de prestarlo a las pocas personas totalmente anticuadas que siguen pensando que está bien que exista la intimidación.”
Con nuestra autora cruzamos unas palabras y me contó una escalofriante historia lectora, que protagonizaron Stephen King, su hijo y, un escalón más abajo, ella y toda su familia. A James, su hijo de entonces 12 años, no había como hacer para que se estuviera tranquilo, disléxico e hiperquinético, era un verdadero torbellino; en eso llegó a sus manos una terrorífica novela de Stephen King, pero como era un niño todavía, ¿no sería mejor guardarle el libro para después? El caso fue que James, en el living bajo la mirada de Michelle, tomó igualmente la novela y, temblando de terror y entusiasmo, acompañado de su familia la leyó hasta que se la devoró. ¡Vaya manera de venir a quedarse quieto! La autora convencida me comentaba esta historia personal, una profesora no tendría esta obra en las lecturas que podrían leer los niños pero a mi hijo aparte de interesarse mas por la lectura no le hizo daño alguno!!! la lectura debiera capturar así de esa manera. La familia es muy importante en este desarrollo, es contenedora y al mismo tiempo impulsadora de gustos e intereses.
Volviendo, por supuesto que hay literatura que trata del bullying y aquí incluyo referencia de dos títulos de literatura infantil y juvenil: Los Cretinos, de Roald Dahl y El señor de las Moscas, de Golding. Pues la lectura sirve, también, para ver eso no queremos ver, y entonces asumirlo y afrontarlo.
Hace poco leí un estudio en los monos rhesus, los más parecidos a nosotros.
ResponderEliminarInteresantemente compartimos un gen que hace que algunos de nosotros seamos proclives enfermedades mentales: depresión y otros...
Pero este gen, que se da en más de un 25% de la población, también facilita que estos niños llamados "gladiolos" sean excepcionalmente creativos, bajo condiciones apropiadas.
El factor determinante es que estos niños tengan buenos padres.
Si bien todos tenemos un factor agresivo, que se mantiene reservado, y que sería necesario para nuestra sobrevivencia, hay otros niños que aparentemente presentan un descontrol total, que es muy destructivo para todos. En especial a la luz de las frágiles condiciones de los niños gladiolo, que pueden ofrecernos tanto.
En fin, que agradezco tu preocupación como "madre" sobre tu extendida familia.