Gabriel O Pensador causa furor adonde vaya. Las multitudes tararean sus pensamientos. Gabriel El pensador: un rapero carioca que, además de rap hip hop, ha escrito un par de libros. ¿Cómo perderse el recital de Gabriel O Pensador? Gabriel hace un link entre la cultura callejera y los libros; O pensador fue una de las estrellas de esta bienal del libro. Además del recital, en Goias promocionó su segundo libro: Diario Nocturno. Hizo portada en los diarios, dio entrevistas, aclarando la conexión del fuerte rap que hace y de escritos. Así, no podía perderme su recital. Además, pernoctamos en el mismo Hotel, e incluso, yo estuve a punto de irme con él a su recital. En la recepción nos encontramos, el chofer de Gabriel O pensador le insinuó irnos juntos… O Pensador miró de reojo a su manager, quien nos dio las explicaciones del caso… era mucho viajar con el artista…algo así como irse en el mismo auto de Roberto carlos…en mi época…mucho. De todas formas, tomé otro chofer y acabé yendo a ver su espectáculo. Hasta anduvo en skate en el escenario, hizo un show muy generoso. Y lo que es más importante, abre una posibilidad real de lectura y escritura. ¿El hip hop o el rap han de tomarse las bibliotecas? todo libro es un puente, los libros no terminan en sí mismos, transportan a toda una biblioteca…
Asimismo, en mi ponencia llamada: formación lectora en los docentes y sus alumnos, para terminarla con un aire más lúdico, toqué acordeón. He aquí las fotos y me ahorro cualquier explicación...
Monteiro Lobato(1882-1948), autor brasilero de relatos juveniles, es un clásico, tanto o más que Marcela Paz en Chile. Aquí apenas le conocemos; bien digo: yo -hasta antes que la experta y generosa Vera María Tieztmann ( profesora titular Cátedra de Literatura Infantil y Juvenil en la Universidad Federal de Goias) me lo nombrara como clave de su literatura juvenil- no tenía idea de la trascendencia de Monteiro Lobato. El universo del libro es un universo en expansión. Y como tal, cabe que Monteiro pueda quizás encantar, divertir a nuestros jóvenes y niños. Lo mismo cabe para Marcela Paz en Brasil. El Portugués ha generado una cierta barrera entre nosotros, hispanohablantes. En el mundo de hoy, donde el intercambio económico y cultural se acrecienta diariamente, dicha barrera se cae a pedazos.
Monteiro Lobato, no me extrañaría que de aquí a un tiempo tengas nuestra atención.
Lo distinto genera, hoy por hoy, un tremendo interés. Más todavía cuando lo distinto es una obra que trae tan granada carta de presentación. Que suerte visitar una Feria del libro con una experta de la literatura infantil. Gracias profesora Vera, aprecio mucho tu tiempo y todo lo que aprendí contigo.
sábado, 30 de mayo de 2009
sábado, 16 de mayo de 2009
Lectura amazónica
Fui invitada a la 2da Bienal del Libro de Goiana, capital del estado de Goias, en el interior de Brasil, ciudad prácticamente amazónica. Esta invitación, por lo demás, cayó el 1ero de Mayo (día internacional del trabajo). En Goiana, en esta bienal (la cual se extendió entre el 29 de Abril y el 3 de Mayo), me cupo en suerte trabajar aquel 1ero de Mayo. El título de mi ponencia: La formación lectora en los docentes y sus alumnos. Disfruté trabajando en un ambiente fantástico que rodeaba esta bienal del libro regional: evento magno, semejante a nuestra Feria del Libro, aunque con entrada gratuita para todos y todas… un gentío maravilloso…jugados los integrantes de la Secretaria de Educación del Estado de Goiás. Partiendo por la encantadora y eficiente ministra, Milca Severino….estaba en todo… un ejemplo de Ministra de Educación.
En Brasil, además, hay algo así como ministros o ministras para cada región abocados al desarrollo de actividades relativas a su cargo, así, la provincia de Goias tiene un encargado para el campo educativo. Esta autonomía, me parece, agiliza las iniciativas regionales. ¿En Chile, por lo pronto, como regionalizar una Feria del Libro GRATUITA? O bien, ¿cómo promover en regiones actividades culturales de alto vuelo? El Festival de Cine de Valdivia me parece una feliz excepción a la regla.
Pero estas comparaciones serán contraproducentes, sobretodo cuando la intención, en general, es la misma: avivar el gen lector. De Goiana, aparte de los pasillos y espacios de la bienal, vi poco más que flores, un aire exuberante, sabor a selva. Por esto, ya que vi poco más que eso, me traje O Jardim Da Vida, Os Últimos Dias do Éden. O Jardim da Vida es un libro que muestra, mediante dibujos muy sutiles, la flora goianense. Respecto a Os Últimos Dias Éden, este es un libro de fotos a todo color en donde aparecen fotografiados los habitantes nativos del Amazonas. Alegres, libres, como si nunca hubiesen sido expulsados del Paraíso (Edén). Este libro, de verdad, abre un pasadizo a un mundo extraño, extraño para nosotros; me recordó el amor de mi hija Magdalena por Chendru: foto-libro infantil, cuyo personaje principal era un niñito africano que tenía un tigrito de mascota. Han pasado más de diez años de eso, ¡es como si fuera ayer tarde!
En esta bienal tuve el placer de coincidir con Nélida Piñón, escritora brasileira nacida en 1937, (Premio príncipe de Asturias 2005 por su obra literaria). Nélida es un encanto, fue presidenta de la Academia Brasilera de Letras entre 1996 a 1997; doctora honoris causa de la Universidad Autónoma de México. Y, por sobre este prestigio, antepongamos su persona y calidez; habría hecho migas con la experta chilena Ana Pizarro, felizmente a Ana la conocí en tiempos pretéritos y su visión huidobriana siempre me interesó. Le propuse a Nélida, autora de “La República de los sueños“(obra que aprecio y releeré ahora que conocí a la escritora tendrá otro sabor !!) que cuando venga por Chile haríamos una “junta“ en mi casa… al parecer vendría al próximo Congreso de la Lengua Española que se realizará en Valparaíso en marzo del 2010.
Los organizadores de esta 2da Bienal, ¡qué suerte!, nos llevaron a comer al restorán Pamela Magica (Olla Mágica); allí, además, me senté al lado de Nélida Piñón, y todavía me resuena lo que dijo:¿Por qué en Chile no valoran a Isabel Allende?, se preguntaba Nélida en todo de reproche. Yo me explico esta desvaloración, es muy distinta la Isabel Allende de la primera época creatva que la segunda...me quedo a todas luces con la primera, con sus crónicas, con su Casa de los espíritus... hasta Paula... ojala volviera a escribir con toda su fantasía e imaginación ( se despidiera de su causa inluyendo fguras histórias ...)
En Brasil, además, hay algo así como ministros o ministras para cada región abocados al desarrollo de actividades relativas a su cargo, así, la provincia de Goias tiene un encargado para el campo educativo. Esta autonomía, me parece, agiliza las iniciativas regionales. ¿En Chile, por lo pronto, como regionalizar una Feria del Libro GRATUITA? O bien, ¿cómo promover en regiones actividades culturales de alto vuelo? El Festival de Cine de Valdivia me parece una feliz excepción a la regla.
Pero estas comparaciones serán contraproducentes, sobretodo cuando la intención, en general, es la misma: avivar el gen lector. De Goiana, aparte de los pasillos y espacios de la bienal, vi poco más que flores, un aire exuberante, sabor a selva. Por esto, ya que vi poco más que eso, me traje O Jardim Da Vida, Os Últimos Dias do Éden. O Jardim da Vida es un libro que muestra, mediante dibujos muy sutiles, la flora goianense. Respecto a Os Últimos Dias Éden, este es un libro de fotos a todo color en donde aparecen fotografiados los habitantes nativos del Amazonas. Alegres, libres, como si nunca hubiesen sido expulsados del Paraíso (Edén). Este libro, de verdad, abre un pasadizo a un mundo extraño, extraño para nosotros; me recordó el amor de mi hija Magdalena por Chendru: foto-libro infantil, cuyo personaje principal era un niñito africano que tenía un tigrito de mascota. Han pasado más de diez años de eso, ¡es como si fuera ayer tarde!
En esta bienal tuve el placer de coincidir con Nélida Piñón, escritora brasileira nacida en 1937, (Premio príncipe de Asturias 2005 por su obra literaria). Nélida es un encanto, fue presidenta de la Academia Brasilera de Letras entre 1996 a 1997; doctora honoris causa de la Universidad Autónoma de México. Y, por sobre este prestigio, antepongamos su persona y calidez; habría hecho migas con la experta chilena Ana Pizarro, felizmente a Ana la conocí en tiempos pretéritos y su visión huidobriana siempre me interesó. Le propuse a Nélida, autora de “La República de los sueños“(obra que aprecio y releeré ahora que conocí a la escritora tendrá otro sabor !!) que cuando venga por Chile haríamos una “junta“ en mi casa… al parecer vendría al próximo Congreso de la Lengua Española que se realizará en Valparaíso en marzo del 2010.
Los organizadores de esta 2da Bienal, ¡qué suerte!, nos llevaron a comer al restorán Pamela Magica (Olla Mágica); allí, además, me senté al lado de Nélida Piñón, y todavía me resuena lo que dijo:¿Por qué en Chile no valoran a Isabel Allende?, se preguntaba Nélida en todo de reproche. Yo me explico esta desvaloración, es muy distinta la Isabel Allende de la primera época creatva que la segunda...me quedo a todas luces con la primera, con sus crónicas, con su Casa de los espíritus... hasta Paula... ojala volviera a escribir con toda su fantasía e imaginación ( se despidiera de su causa inluyendo fguras histórias ...)
domingo, 3 de mayo de 2009
Enciclopedia Restaurada, las almohadas de Borges
Con la enciclopedia familiar, que la usaba mi abuelo Fred, tenía una cuenta pendiente. Estaba a mal traer, y por más que quería restaurarla no lo hacía. Alrededor de tres años quise su restauración, pensando: “Pobre Encyclopaedia Britannica, 1911, lomos descascarados, portadas sueltas; tengo y debo restaurarte.” (Esta décimo primera edición es prácticamente un libro de culto, el cultivado Borges la apreciaba y decía (se dice) que dormía con ella. Sus volúmenes son flexibles; su carcaza no es rígida; cuentan con una plasticidad fuera de serie (gamuza finísima y papel de biblia, laminada en oro!!! ). Y su contenido, habiendo servido de almohada a Borges, está de sobra garantizado. No es punta de lanza del conocimiento, pero es, sin dudas, un excelente mango...) me pregunto si Borges la usaba como almohada, a lo mejor directamente el conocimiento se conectaba con su cerebro. Bueno hay que leer la obra borgeana, para entender que esta Enciclopedia le sirvió como un gran mentor intelectual, tanta sabiduría...
El caso es que mi hijo Diego, al tanto del estado de estas maravillas y mi intención, llegó un día y me dijo: “Conozco quien te la arregla, y muy barato.” Traté de echar pie atrás, este libro se merecía un cuidadosísimo trato, pero Diego me insistía y dije veamos. A la semana me mostró el lomo de un tomo restablecido, en cuero parecido al original; las costuras estaban bien. Yo ya estaba entregada, era de esperar que la impresión de los títulos en dorado, así como el armado o empaste del libro quedara parecido al original. ¡Rogaba a mis antepasados! Después, Diego me pasó el presupuesto: 50% por ciento por adelantado, para materiales y anexos. (Era como gastar en una verdadera operación de cirugia estética...!!!!!!) Consciente del gran costo y que los trabajos pueden atrasarse indefinidamente, puse como fecha de entrega una fecha simbólica, el pasado 23 de abril, Día Internacional del Libro.
Cada cierto tiempo le preguntaba a Diego como iba el asunto, "con el doctor de tomos" y él siempre me decía que iba. Temía pero confiaba. ¿En qué tomo estará trabajando?, ¿o estará leyéndola?
Llegó el Día Internacional del Libro. Con el movimiento que implica para mí tal día, apenas se me cruzó por la mente que al volver del trabajo tendría nuevas emociones. Una rejuvenecida Encyclopaedia me esperaba …muy emocionante. La restauración la encontré terminada: los títulos en dorado, los lomos cosidos a las cubiertas, todo dejaba entrever un cuidado trabajo artesanal. ¡Mis súplicas habían sido escuchadas!
La historia de su restauración, para mí, no fue un enigma. Ya que de tanto en tanto le pedía a Diego me contara de sus entretelones: Roberto Castro, 74 años,
gran parte de su vida ha estado ligada a los libros, ya como editor popular (Editorial Quimantú, Ediciones la otra Cultura, Ediciones Luciérnaga), ya como escritor (El Salario del Temor, una Interrogante, etc.). Autodidacta de profesión, es decir, educado fundamentalmente por los libros.
El restaurador comenta: “Al encontrar un libro dañado, me nacen inmediatamente deseos por repararlo. Como curar a un perrito herido, esa es la necesidad que yo siento al ver un libro maltrecho”
En relación a la restauración de la enciclopedia, un punto interesante es que la impresión en dorado y sobre cuero está en desuso. “La gente no se atreve a aceptar desafíos, todos querían hacer el trabajo en vinilo (cuero sintético), que es lo que dominan.” Don Roberto tuvo que buscar un socio que aceptara el desafío, Luis Jérez, gráfico de toda una vida, quien tenía sus años, felizmente “estaba superado el escollo mayor”, ya que el armado del cada volúmen depende única y exclusivamente del oficio.
En líneas generales, la restauración de libros, de acuerdo al avance del libro digital, parece –a primera vista– un oficio en decadencia. Roberto Castro comenta al respecto: “Es posible que el libro pierda importancia. Las nuevas tecnologías van a terminar superándolo. Todo tiene que desaparecer, ser reemplazado por algo nuevo. Es natural. En esta situación actual –continúa él–, la restauración para mí cobra mucha más importancia, es rescatar un vehículo de la cultura, sin el cual, por lo demás, no se hubiera llegado a esto otro.”
– ¿Qué es lo que le queda, Roberto, de este trabajo?
– Satisfacción: por mis manos pasó esto y yo ayudé a que se mantenga vivo.
Por mi parte, estoy feliz de haber hecho la gran inversión de mi vida como “librarian“, ya que disfrutaré con mi nueva/antigua enciclopedia y pienso que mis nietos, bisnietos y tataranietos podrán leer en los años 2119, los mejores artículos del conocimiento humano junto a unas ilustraciones que no se encuentran sino solo en esta maravillosa obra. …y también Borges debe estar feliz, es mi amigo….podremos dormir y en nuestros sueños encontrarnos con maravillosos laberintos, ”con el ímpetu del tren, a cielo abierto“
El caso es que mi hijo Diego, al tanto del estado de estas maravillas y mi intención, llegó un día y me dijo: “Conozco quien te la arregla, y muy barato.” Traté de echar pie atrás, este libro se merecía un cuidadosísimo trato, pero Diego me insistía y dije veamos. A la semana me mostró el lomo de un tomo restablecido, en cuero parecido al original; las costuras estaban bien. Yo ya estaba entregada, era de esperar que la impresión de los títulos en dorado, así como el armado o empaste del libro quedara parecido al original. ¡Rogaba a mis antepasados! Después, Diego me pasó el presupuesto: 50% por ciento por adelantado, para materiales y anexos. (Era como gastar en una verdadera operación de cirugia estética...!!!!!!) Consciente del gran costo y que los trabajos pueden atrasarse indefinidamente, puse como fecha de entrega una fecha simbólica, el pasado 23 de abril, Día Internacional del Libro.
Cada cierto tiempo le preguntaba a Diego como iba el asunto, "con el doctor de tomos" y él siempre me decía que iba. Temía pero confiaba. ¿En qué tomo estará trabajando?, ¿o estará leyéndola?
Llegó el Día Internacional del Libro. Con el movimiento que implica para mí tal día, apenas se me cruzó por la mente que al volver del trabajo tendría nuevas emociones. Una rejuvenecida Encyclopaedia me esperaba …muy emocionante. La restauración la encontré terminada: los títulos en dorado, los lomos cosidos a las cubiertas, todo dejaba entrever un cuidado trabajo artesanal. ¡Mis súplicas habían sido escuchadas!
La historia de su restauración, para mí, no fue un enigma. Ya que de tanto en tanto le pedía a Diego me contara de sus entretelones: Roberto Castro, 74 años,
gran parte de su vida ha estado ligada a los libros, ya como editor popular (Editorial Quimantú, Ediciones la otra Cultura, Ediciones Luciérnaga), ya como escritor (El Salario del Temor, una Interrogante, etc.). Autodidacta de profesión, es decir, educado fundamentalmente por los libros.
El restaurador comenta: “Al encontrar un libro dañado, me nacen inmediatamente deseos por repararlo. Como curar a un perrito herido, esa es la necesidad que yo siento al ver un libro maltrecho”
En relación a la restauración de la enciclopedia, un punto interesante es que la impresión en dorado y sobre cuero está en desuso. “La gente no se atreve a aceptar desafíos, todos querían hacer el trabajo en vinilo (cuero sintético), que es lo que dominan.” Don Roberto tuvo que buscar un socio que aceptara el desafío, Luis Jérez, gráfico de toda una vida, quien tenía sus años, felizmente “estaba superado el escollo mayor”, ya que el armado del cada volúmen depende única y exclusivamente del oficio.
En líneas generales, la restauración de libros, de acuerdo al avance del libro digital, parece –a primera vista– un oficio en decadencia. Roberto Castro comenta al respecto: “Es posible que el libro pierda importancia. Las nuevas tecnologías van a terminar superándolo. Todo tiene que desaparecer, ser reemplazado por algo nuevo. Es natural. En esta situación actual –continúa él–, la restauración para mí cobra mucha más importancia, es rescatar un vehículo de la cultura, sin el cual, por lo demás, no se hubiera llegado a esto otro.”
– ¿Qué es lo que le queda, Roberto, de este trabajo?
– Satisfacción: por mis manos pasó esto y yo ayudé a que se mantenga vivo.
Por mi parte, estoy feliz de haber hecho la gran inversión de mi vida como “librarian“, ya que disfrutaré con mi nueva/antigua enciclopedia y pienso que mis nietos, bisnietos y tataranietos podrán leer en los años 2119, los mejores artículos del conocimiento humano junto a unas ilustraciones que no se encuentran sino solo en esta maravillosa obra. …y también Borges debe estar feliz, es mi amigo….podremos dormir y en nuestros sueños encontrarnos con maravillosos laberintos, ”con el ímpetu del tren, a cielo abierto“