sábado, 25 de octubre de 2008

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Acabo de leer un libro y ver su película, imperdibles el uno y la otra 84 Charing Cross Road de Helene Hanff (1970. La verdad es que me di el gusto de llevar los ojos abiertos como platos durante su lectura. Hanff estampa allí su amor por los libros, las versiones íntegras, las buenas encuadernaciones. Todo mediante un humor delicioso y refinado.
Con las 150 páginas de 84 Charing Cross Road descubrimos la relación entre un librero londinense –un hombre pasivo pero intenso– y una bibliófila americana –una mujer apasionada y regodiona–. Durante la lectura percibimos la austeridad del Londres de la posguerra y el importante auge que tenía Nueva York.
Mediante cartas de parte de esta mujer newyorquina dirigidas a aquel librero en Londres, es que se arma esta historia. El librero resulta ser una persona muy delicada y amante de su oficio. En su correspondencia esta mujer evidencia sus inquietudes y necesidades lectoras. Carta que ella envía, carta por la cual este hombre da vueltas las librerías londinenses, para satisfacer sobradamente a su especial clienta.
Amor sin gimotear
Sus preferencias literarias están muy bien definidas: “poetas que hablen del amor sin gimotear”, además de griegos y romanos. Algunos de los libros que le llegan por correo son tan cuidados que la bibliófila se siente abochornada con los paquetes.
En una de sus cartas comenta que cada primavera hace una poda de su biblioteca. Sólo guarda los libros que reelería. Según la protagonista, hay que mantener las bibliotecas bien “trigadas”. Es un muy buen consejo, a veces uno mantiene libros qu no se merecen bien estorban.
Me encantó la tenacidad de la bibliófila. Noté la diferencia entre ser una merely (simple) lectora y tener una vida lectora. Ella siempre tenía entre sus manos algo nuevo o antiguo que leer. Tal libro le podía gustar o no, pero lo que siempre le gustaba era tener alguno a mano. ¡Es una bella obsesión!
Entre tanto, ella casi viaja a Inglaterra. Estaba todo listo pero ¡zas!, tuvo que cambiar el pasaje a Londres por la visita al dentista. Debía ponerse “tapaduras”, seguir un costoso tratamiento dental, así que no pudo ir a ver los libros con “tapadura” en vivo y en directo. Ni a su librero estrella. (sniff!)
¡Qué actores!
La película hecha a partir de 84, Charing Cross Road es muy inteligente, un puente histórico-literario entre Nueva York y Londres, de los 50. Conmovedora y entretenida. Una joya. Sus personajes están representados increíblemente. Magnífica Anne Bancroft y adorable Anthony Hopkins. ¡Qué actores!

Helene Hanff, por su parte, se ganaba la vida escribiendo artículos para el Harper’s Bazaar y el New Yorker. Escribía también guiones para la TV y desde 1978 a 1985 contribuyó en la BBC’s Woman’s Hour escribiendo Letters from New York. Entre otras publicaciones, también escribió libros para niños “El terrible Thomas”, “Butch elige su alcalde”, “Buenos vecinos”.

2 comentarios:

  1. Bueno leer posteos bien escritos, con mucha riqueza del lenguaje que se echa de menos.

    Bueno gran lectora, te felicito por tus posteos, creo que debieran ser muchos los comentarios...faltan lectores de este blog.

    Más propaganda a este espacio.

    Cariños,

    Rebeca Domínguez B.

    "eramos vecinas cuando niñas", nosotros vivíamos en la calle (pasaje s/salida) Toledo y ustedes en Pedro de Valdivia.

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  2. Me habían recomendado el libro y no lograron cautivarme... al parecer ¡tendré que darle una oportunidad!

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