sábado, 14 de junio de 2008

El DRAGON LECTOR ... ¿ Qué olor tiene??? hmmmm


Pasé, durante mi raudo paso por Madrid, por la Librería del Dragón Lector. Allí crucé palabras e impresiones con Pilar Pérez: la experta que está detrás de este fabuloso espacio. Hablamos, como era de esperarse, de literatura infantil y juvenil. Pilar estaba atendiendo público, así que nuestra conversación no fue 100 % fluida. Lo hubiésemos querido, pero era IMPOSIBLE, Pilar recibía cada segundo nuevas demandas. En todo caso, nuestro dialogo fue muy iluminador para mí. Yo traía un saco de preguntas y el Dragón Lector -esta iniciativa- se me presentó como el lugar propicio para comparar mis inquietudes. ¿Cuál es la situación española respecto al índice de lectura? ¿Va en alza? ¿Es comparable a lo que se ocurre en Chile? ¿Qué ha ocurrido tras el suceso lector de Harry Potter? ¿Qué ofrecemos a lectores de 8, 10, 12 años que han leído completo H. Potter? Algunos son niños- niños, otros niños-jóvenes y otros jóvenes, todos diferentes pero ya con HP en las venas. .. Estamos viviendo entre una nueva generación: "lectores adultos infantiles"..¿cómo entenderlos y seguirlos ?

Desde mi punto de vista, debiéramos aprovechar la alta valoración que tiene la lectura en nuestras sociedades. El Maletín Literario, más allá de sus rendimientos efectivos, genera una instancia aprovechable. Harry Potter, igual. Pero el punto, creo, es el de favorecer el crecimiento. En el momento que nos conformamos, ya con el Maletín Literario, ya con el mundo Potter, perdimos… A mi juicio, estas semillas son demasiado pocas como para esperar que, sin otros estímulos, se desarrollen tanto lectores como quisiéramos. Es necesario, sobretodo ahora, mantener la atención, fomentando otros proyectos de impacto lector.

Después del Maletín Literario, ¿la canasta literaria…? Después de “Harry Potter”, “Las Crónicas de Narnia”, “El Señor de Los Anillos”, o bien, motivemos a los niños con otros géneros de literatura, las poesías de Rafael Pombo, el libro-álbum, el testimonial. Unos de los mayores desafíos que descubro aquí es el siguiente: Si Harry Potter se presenta como una lectura excluyente, o Harry Potter o nada, cabría hacer esfuerzos para que no sea así. El mercado editorial se halla en su derecho de endiosar a sus productos. ¿Pero no sería fantástico que J.K. Rowling, no obstante su compromiso con su casa editorial, venga ella misma a librar del hechizo Potter a su fans?

Todo serviría para el caso, que es enriquecer la idea de mundo que tendríamos. La lectura recorre zonas que, en la estrechez de la vida cotidiana, no son recorridas; leer es ver a los demás, tomar conciencia de la pluralidad de criterios e imaginaciones. Leyendo, digo, se goza y se sufre, son estimulados nuestros sueños. Alonso Quijano jamás se habría convertido en don Quijote de la Mancha sin un largo baño de lecturas caballerescas. Con Pilar Pérez coincidimos bastante: la oferta literaria es extensa, hay bibliografía de sobra para generar el hábito lector. Es de lo más natural el estancamiento (¿y ahora qué?) luego de haberse devorado un libro. Cuando un mundo llega a su FIN quedamos sin mundo por delante. Según Pilar, el giro de la literatura juvenil estaria hacia el genero de las aventuras y yo coincido, ya hemos estado un largo tiempo con novelas fantásticas. Aparte de Harry Potter: la tetralogía de Sthefanie Meyer ha tomado vuelo, tiene lectoras entre los 13 y 33 años..., la novela “Elliot Tomclyde” del escritor español Joaquín Londáiz, (simil HP), la trilogia del Maleficio de Cliff Mcnish, "Los secretos del bosque salvaje" de Tonke Dragt, la bibliografía es grande: Hawking para niños, los libros infantiles del argentino Gustavo Roldán son un éxito total, total, con "Disparate ", los pequeños y los papás enganchan con la misma fuerza, es que el juego y el buen humor, son ingredientes importantísimos en los libros y para los lectores, los mejores bocados.

Nos reímos del fenómeno de los libros que están siendo leídos como “pan caliente” como El reino de la fantasia de Gerónimo Stilton, libro con 8 historias, incluyen relatos con 4 olores buenos y otros con 4 olores malos ... como por ejemplo, olor a sudor o el olor de los que se tiran pedos… la gracia es que para los niños son anzuelos legítimos …. después de creado este curioso interés por leerlos, prosiguen a lecturas sin olores. Como uno de los sentidos, ni mas ni menos que el olfato, es ahora una buena callejuela para desarrollar lectores ¿ qué tal?

Nos preguntamos: ¿seremos nosotras las mejores mediadoras entre los libros y ellos y ellas? Vimos, junto a Pilar, que podemos ser un factor importante, pero lo es más la recomendación entre pares. ¿Y cómo llegar a que unos tomen las lecturas de otras? Yo veo que la búsqueda personal, el tomar un libro por cuenta propia, el hacerse un camino propio, eso es clave para alcanzar la recomendación entre pares. ¡Promovamos la instancia en que el niño o la niña puedan elegir libremente! El libro es, por sobretodo, un hallazgo: “Mira, leételo, es increííííble.” En Chile, se están abriendo “tímidamente” oportunidades para la libre elección lectora e ir con energía dejando atrás la lectura obligatoria, la lectura como camisa de fuerza, sin alas. Démosles alas a nuestros niños, alas a sus padres, alas a sus profesores, alas para caer y sobreponerse, alas para mirar el mundo. Alas de dragón, de cóndor, de coquetuelas mariposas.

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